Lo que vivimos en el Food Design Festival 2025 en Bogotá
Del 7 al 9 de mayo tuvimos la oportunidad de asistir a la sexta edición del Food Design Festival, que por primera vez se realizó en Latinoamérica, en la ciudad de Bogotá. Como diseñadores de alimentos en la industria mexicana, estamos profundamente orgullosos de haber participado y de haber aprendido tanto de las personas que nos rodearon esos días.
Este evento fue organizado por Singular Foods, un ecosistema global de Food Designers y especialistas en la industria alimentaria, del cual formamos parte desde enero del 2025. Aunque su sede principal está en Madrid, también tienen operaciones en São Paulo, Milán, Colombia y próximamente en México.
Durante el festival, Sam y yo tuvimos la oportunidad de participar en distintos foros, workshops y conferencias. Aquí te compartimos un poco de lo que vivimos:
Día 1 - Agricultura y sustentabilidad
El primer día estuvo enfocado en el mundo agrícola y la sustentabilidad. Puede sonar obvio, pero quienes trabajamos en la industria de alimentos, muchas veces sabemos muy poco —o nada— sobre el campo. Yo, como ingeniera en alimentos, durante los cinco años y medio que estudié en la universidad, jamás recibí clases sobre agricultura. No fui consciente de eso hasta este año, y la verdad, me apena. Me deja pensando en lo importante que es que quienes diseñamos alimentos conozcamos y seamos responsables con los territorios que alimentan al mundo.
Para comenzar el día, participé en el Hackatón 2075, donde se analizaba cómo se comería en Bogotá dentro de 50 años. Se conformaron dos equipos interdisciplinarios, integrados por diseñadores, estudiantes de gastronomía, fotógrafos, restauranteros y más. Yo asesoré a uno de ellos desde mi perspectiva como ingeniera en alimentos.
La problemática principal que identificamos fue el creciente consumo de productos importados y de baja calidad, desplazando al consumo local. Frente a esto, nuestro equipo propuso una solución: camioncitos móviles que llegarían a zonas periféricas con frutas, verduras y productos locales. Como se trataba del año 2075, incluimos inteligencia artificial: a través de relojes inteligentes, las personas podrían obtener una lista de compras personalizada basada en sus deficiencias nutrimentales. Volver a la raíz, pero con tecnología.
El reto del Hackatón era presentar un video de dos minutos con la propuesta. Nuestro equipo, llamado Ajíaco (en honor al platillo típico bogotano), resultó ganador.
Después participé en el foro Circular Design Network, donde, junto con especialistas, conversamos sobre las problemáticas medioambientales actuales y cómo la industria alimentaria puede —y debe— ser parte de la solución.
Día 2 - Food Design
Este día se centró en el diseño de alimentos. Comenzamos con mi conferencia: “La influencia de la música latina en la industria de alimentos”. Para mí fue un momento muy especial. La música y la comida son, sin duda, dos de las cosas que más me mueven en este planeta. Me considero melómana: soy de esas personas que se ponen felices al descubrir una nueva canción y que están constantemente compartiéndola con sus amigxs. La música siempre me ha acompañado.
Como hija de migrantes mexicanos, crecí siendo mexicana en otro país. A principios del 2000, ser latinx no era precisamente lo más cool. Me llama la atención cómo en los últimos años ha crecido el interés por lo latino, no solo en la música, sino también en la gastronomía. Por eso decidí investigar cómo este fenómeno ha influido en el consumo de alimentos latinos en otros países. El resultado: la música fue la puerta de entrada.
Más tarde, Sam y yo participamos en el foro “Innovation by Design” junto con Montse Sánchez (España), Pedro Prieto (España) y Lucas Posada (Colombia). Reflexionamos sobre el diseño de alimentos consciente y los retos actuales que enfrenta la industria.
Sam también impartió un workshop sobre prototipado de alimentos, donde habló de la importancia de equivocarse en la ciencia. Cómo los errores, lejos de ser fallos, pueden llevarnos al producto correcto. Muchos estudiantes de diseño asistieron. A mí me pareció muy importante ese mensaje. Como “perfeccionista en recuperación”, siempre he buscado evitar errores. Pero junto a Sam he aprendido a hacer las paces con ellos, a ser más compasiva conmigo misma y con la ciencia. Porque justo eso es lo que hacemos en Jesam: ciencia con consciencia.
Después impartimos nuestro workshop “De residuos a sabores” junto con Mariana Zapién (@ingdetusalimentos). Analizamos las principales problemáticas de desperdicio de alimentos en Colombia y propusimos diseñar nuevos productos que solucionaran alguna de estas problemáticas, pero con una condición: incluir un ingrediente mexicano. Como buenos mexicanos, llevamos una maleta llena de productos de nuestro país: chapulines, grillos, dulces con chile, pinole, salsas, chiles y mezcal. Nos encantó ver la curiosidad y emoción de las personas al probarlos.
Para cerrar el día, asistimos al foro “Food by Design”, donde conversamos con David Freyre (Grupo I+D, Colombia), Lucas Posada, Juanita Delvasto, Juliana González y Viviana Nariño. Platicamos sobre cuál sería la utopía alimentaria en Latinoamérica y cómo, desde nuestro rol como Food Designers, podemos contribuir a alcanzarla.
Ese mismo día se entregaron los premios FOODA, reconociendo a los proyectos más relevantes de la industria alimentaria latinoamericana. Me tocó recibir el premio de trayectoria de parte de Nataly Restrepo, pionera del Food Design en Colombia y fundadora de la primera especialidad en Food Design en Latinoamérica (CENTRO, CDMX).
Nataly fue mi maestra en otoño de 2023 y ha sido una gran inspiración para nosotros en Jesam. Utilizamos su metodología, citamos su trabajo constantemente, y su legado está muy presente en lo que hacemos. Me vuelvo con el compromiso de entregar ese premio a su familia y de seguir honrándola.
Día 3 - Cierre
Este día comenzó con una visita a la Cámara de Comercio de Bogotá, donde escuchamos la conferencia de Antonio Barrera sobre tendencias alimentarias y el papel del Food Design como herramienta para la resolución de problemáticas en la industria.
Después fuimos a Areandina para asistir a algunas conferencias finales y dar cierre oficial al evento.
Nos vamos muy contentos por todo lo aprendido, por las amistades que hicimos y por las cientos de conversaciones que tuvimos con asistentes de distintas partes de la región. Desde Jesam, esperamos seguir contribuyendo al sistema alimentario latinoamericano con más herramientas, ideas y proyectos.
¡Nos vemos en julio en el Circular Design Network en Guadalajara! Estamos muy emocionadxs de recibirles por acá.